EL CASARSE PRONTO Y MAL - LARRA


   Este artículo se puede dividir en tres partes: un prólogo, el desarrollo del artículo y una conclusión.

    En el prólogo nos introduce la situación, lo que va a explicar a continuación; nos habla de su sobrino y la educación que había recibido y hace una crítica de ésta.

    En el desarrollo es dónde Larra trata más ampliamente la educación de los jóvenes. Es aquí donde explica el casamiento de su sobrino. Cuando habla de la educación hace un “enfrentamiento” entre los modelos educativos; el tradicional (España) del que hace una dura crítica; la falsa religiosidad, el guardar las apariencias, la lectura de libros prohibidos... frente al modelo “actual” (Francia) en el cual no se cree en la idea de Dios y todo es mucho más liberal. Critica el paso de un tipo de educación a otro sin la suficiente asimilación, lo que conducirá al protagonista, su sobrino, a la tragedia final.

   También en el desarrollo, Larra nos habla sobre el tema de la nobleza, considerado de una forma superficial, y la hipocresía que conlleva el guardar las apariencias. La farsa de que la pareja estaba verdaderamente enamorada y sus prisas por casarse sin tener el joven un empleo o carrera van a dar lugar a la tragedia. La escasez de dinero da lugar a los problemas y, como consecuencia, al desenamoramiento y a la traición.

   Finalmente, aparece el epílogo en el cual se recapitula todo lo que anteriormente se ha expuesto y finaliza con la tragedia, donde se descubre el sentido educador del artículo.

 -  El autor se presenta en el prólogo como un “yo” activo y reflexiona en primera persona sobre su condición de escritor. Por lo tanto, el narrador está en primera persona.
   
 -  En la parte central del artículo, el desarrollo, el narrador adopta un “yo” pasivo, no interviene en la acción. Es por lo tanto, un narrador externo.

 -  Al final, en la conclusión, se presenta el narrador como un “yo activo” que expone sus ideas directamente al lector.


CRÍTICA DEL ARTÍCULO:

    En éste artículo, Larra critica la vida familiar siendo un reflejo de su triste experiencia matrimonial. También nombra la precipitación de los jóvenes a la hora de casarse pensando que sólo con amor saldrán adelante, pero más tarde se dan cuenta de que no es cierto (concepto de amor idealizado y sempiterno). Por otro lado, pienso que al dar testimonio de las malas consecuencias de la educación del momento, trata de convencer a todos los españoles de que ha de tomarse del extranjero lo que está a nuestro alcance, y sea bueno, y no aquello que esté por encima de nuestras posibilidades. A parte, España tiene cosas buenas que la distinguen de otros países y no hay que despreciarlas, pues nos pueden ser de provecho. Larra en cuanto al adelanto de España considera que hay que “subir la escalera a tramos”, tranquilamente, puesto que cada etapa de crecimiento es necesaria para el desarrollo de la siguiente. Para lograr el progreso, se debe haber una preparación basada en la educación y en la instrucción.

En definitiva, y al igual que en gran parte de sus artículos, la intencionalidad de Larra es didáctica.

   En resumen, podemos decir que en este artículo Larra critica el vivir la vida precipitadamente y sin descanso, haciendo todo deprisa y mal como bien indica su título (“El casarse PRONTO y MAL”), las cosas deben hacerse tranquilas y relajadamente, pensando cada acto el tiempo que sea necesario. Posiblemente esto sea una forma de reflejar lo que a él mismo le sucedió, pues también se casó pronto y de manera algo insatisfecha.


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