TEATRO BARROCO

 


    El teatro del Barroco supuso un momento de máximo esplendor para la representación de las obras, tanto como para el género literario como para el espectáculo. Se extendió desde Italia hacia el resto de Europa y, más tarde hacia América. La fórmula tetarla barroca cuajó entre los siglos XVI-XVII y se prolongó durante el siglo XVIII. Los escritores que realizaban obras se denominaban poetas, sea hombre o mujer, eran los primeros en cobrar y podían modificar la obra. Como espectáculo es totalmente revolucionario y renovador, pues la mujer acudía al teatro y su presencia era activa. De hecho, es uno de los únicos espacios públicos donde podían asistir mujeres y trabajar de forma legal (esto suponía gran modernez frente a Inglaterra). Por otro lado, todo lo que se escribía se etiquetaba como "comedia" aunque se tratase de una tragedia monumental.

    Podemos encontrar distintos lugares donde se representaba el teatro:
     - Teatros Cortesanos
     - Corrales de Comedias
     - Fiestas de Corpus: en ellas se representaba al aire libre y solían ser autos sacramentales. 

   Especial importancia cobraron los corrales de comedias en los que siempre se programaba de día (por cuestiones morales). Destaca el Corral de Comedias de Almagro y el Corral de Príncipe - Comba. En el Corral de Comedias de Almagro vivía la Orden de Calatrava y los Banqueros más importantes de la época. En las representaciones se podía hacer el "espejo al revés", pues toda la sociedad estaba reflejada en el público ya que acudían a la representación gente de todas las clases sociales y, por lo tanto, mujeres también. Acudía todo aquel que pudiese pagar la entrada, aunque a la hora de ver la obra, debía situarse en un lugar específico de las gradas.

  La Corte se traslada a Madrid y, por este motivo, actuar en Madrid suponía un gran prestigio. Se funda La Cofradía de la Pasión (1567) y La Cofradía de la Soledad (1567). En el Barrio de las Letras (denominado así porque vivieron poetas y escritores de mucho renombre), se construye el Teatro del Príncipe (actual Teatro Español) gracias a la Cofradía de la Pasión, la cual administraba también el Corral de la Pacheca y decidió comprar los edificios y crear el teatro, inaugurado el 21 de septiembre de 1583 con pasos de Lope de Rueda  y el Teatro de la Cruz en 1579. 

  En un principio, a las compañías se le alquilaban los patios de los hospitales debido a la mala prensa que, desde antiguamente, tenía el teatro. Poco a poco se fueron subrogando los espacios para el teatro. El Ayuntamiento hacía de gestor entre las compañías teatrales y las cofradías religiosas para poder controlar, de alguna forma, lo que salía a escena. Deciden, entonces, alquilar los espacio de las corralas (patios comunes en las casas de los vecinos) y se alejan de los hospitales. Tras esto, edificarán sus propios teatros (corrales).

   El teatro y la Iglesia no tenían muy buena relación. La Iglesia, ya que el pueblo no es entendedor del latín, se ve obligada a representar ciertos momentos de la liturgia para que el mensaje llegase al pueblo claramente y pudieran enterarse, pero esto no se realizaba dentro de las iglesias. (Hasta que nazcan las lenguas romances).

   La obra solían comenzar con una loa (pieza breve) en ocasiones, hay captatio benevolentiae, recurso literario para atraer la atención del público, como podemos encontrar en el Acto I de El castigo sin venganza de Lope de Vega. Tras la loa, el entremés.

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