HAMLET

Estamos ante una de las creaciones teatrales más famosas del mundo occidental: Hamlet. 

   En primer lugar, nos vamos a poner en contexto; Shakespeare nació en Inglaterra durante el reinado de Isabel (periodo isabelino) y falleció mientras reinaba Jacobo I. Por entonces, Inglaterra era un estado en fase de desarrollo y crecimiento económico, cultural y social con gran florecimiento de la poesía y la música. Inglaterra alcanzaría el rango de potencia mundial en el siglo XVII pero, mientras tanto en el tránsito del Renacimiento al Barroco, se vería envuelta en un ambiente complicado dominado por la Iglesia (subordinación de la Iglesia al poder monárquico), a lo que se le sumaba la duda de los sentidos, el caos por los constantes cambios... En el Renacimiento inglés, a diferencia de Italia, podemos apreciar que el hombre no se sitúa en el centro (antropocentrismo) sino que es la relación entre el Estado y la Iglesia lo que representa a la sociedad, pero se puede observar cómo poco a poco los problemas transcendentales del hombre se van abriendo paso y parece que por fin nacen los individuos autoconscientes; ¿ser o no ser?

 ¿Sería Hamlet una crítica para la época?

   Y, ¿cuándo exactamente se escribió Hamlet? Probablemente, esta tragedia inglesa fue escrita entre 1599 y 1601, más no se sabe con certeza la fecha de su realización, es un tema que a día de hoy sigue en disputa. Diversos estudios han demostrado que hay varias versiones de la obra que han sobrevivido: Q1 (la primera edición, del año 1603 y con 2200 versos, realizada antes del reinado de Jacobo I). Q2 (segunda edición, entre 1604 y 1605 con 3800 versos) y Folio 1 (del año 1623, con 3650 versos) y fue publicado por conocidos cercanos a Shakespeare, pues él muere en 1616.

   Centrándonos en la historia, Hamlet es una leyenda del siglo XII que el historiador medieval danés Saxo Grammaticus recogió en su Historia Danicae, publicado en 1514. Se cree que Shakespeare nunca llegó a leerlo, pero sí leyó la traducción francesa realizada por Belleforest con el título de Histoires Tragiques en el último tercio del siglo XVI (1570), aunque Shakespeare no quiso conservar la variante del final feliz donde el príncipe Hamlet sale victorioso. Se cree, por otra parte, que Hamlet pudo haber sido interpretada por primera vez en el año 1589 con el nombre de Ur-Hamlet y escrita por Thomas Kyd donde realmente Shakesperare se inspirara, pero esto tan solo es una teoría popular ya que dicha obra está perdida. Por otro lado, el crítico y teórico literario Harold Bloom piensa que no tenemos Ur-Hamlet porque realmente nunca ha existido. Él apuesta por que sea un texto de Shakespeare escrito cuando era joven ya que se muestra que éste estaba algo obsesionado con el personaje de Hamlet de las historias danesas. Tanto, que llamó a su hijo "Hamlet".

   Centrándonos en el contenido y la estructura dramática, debemos señalar que en la época de Shakespeare todas las obras seguían estrictamente un rígido esquema impuesto anteriormente por la obra Poética de Aristóteles que priorizaba en todo momento el enfoque de la obra en acción antes que en los propios personajes. Se le da gran importancia a los movimientos y al comportamiento de los personajes ligado a su estado de ánimo. Por ejemplo, Hamlet tiene un temperamento melancólico y esto se relaciona con el elemento tierra, la cualidad frío-seco y con la bilis negra. Según sus rasgos fisionómicos (fisiognómica) se estudia el carácter de los seres humanos. En este caso, Hamlet, que constantemente parece desfallecer y tiene un comportamiento apesadumbrado, es alguien con carácter melancólico; una especie de loco-genio incomprendido por todo el mundo. Es un personaje que finge tan bien su locura que engaña al lector, pues no está claro si finge o realmente está loco.

   Algo que llama mucho la atención, (al menos a mí), es que a pesar de ser una tragedia, en alguna ocasión se introducen algunos puntos cómicos como en el momento en que Polonio y Hamlet conversan, Polonio le sugiere a Hamlet ir a un lugar donde el aire no les moleste y Hamlet responde: "¿a una tumba?"

    Uno de los elementos favoritos de Shakespeare que, además, suele introducir en todas sus obras, es el teatro dentro del teatro algo típico del teatro isabelino (la ratonera). Esto es el tópico Teatro mundi (todos representamos un papel distinto en nuestra vida con un guion a seguir). Es muy curioso cómo Shakespeare hace reflexionar al público sobre sí mismo y sobre la fina línea que separa la realidad del espectador y la ficción dramática.

    Por otro lado, cabe destacar los diversos temas que trata esta obra: 

    - Incertidumbre y duda de los sentidos. ¿Ser o no ser? Hamlet plantea la duda que todo ser humano alberga en sí mismo. Quiere saber lo que realmente es real y lo que no. Tiene miedo de morir, pero también tiene miedo de vivir y la duda también le asusta. Esto le hace ser un personaje sumamente melancólico con el afán de experimentar antes de creer (realidad vs apariencia).

     - Misterio de la muerte. En esta obra vemos la muerte muy de cerca y desde diversas perspectivas; ya sea desde el fantasma del padre de Hamlet, como la fatídica e involuntaria muerte de Polonio o el constante pensamiento de suicidio.  

          - Corrupción de la Corte. Este tema se puede tratar por dos vías diferentes: la realidad en la época isabelina y, por tanto, una crítica hacia esta o la realidad dentro de la obra, que no es más que lo que podemos leer: un ascenso al trono de forma ilegítima que contamina la moralidad de todo un pueblo y de la Corte.