COLOQUIO DE LOS PERROS - CERVANTES
Las duras peripecias vividas por Berganza dan lugar a 'cuentos', a pequeñas historias independientes, de igual modo que Cipión aprovecha los sucesos que le cuenta su amiga para glosarlos y extraer de ellos reflexiones filosóficas, sociales y morales de mucha enjundia sobre temas varios, en concentradas enseñanzas y ágiles conclusiones. Cipión, eso sí, intenta que Berganza y él mismo eviten la murmuración y la generalización. Por lo que realmente Berganza tan solo crea historias varias y Cipión crea verdadera literatura, belleza.
Las duras críticas que hace Cervantes de la sociedad se pueden ver reflejadas en los personajes: las ovejas representan al pueblo, como si de un rebaño enajenado se tratase. Por otro lado, representa a los marginados de la sociedad (gitanos, moriscos, poetas y cómicos) como excluidos y apartados debido a que España va mal, está en decadencia. Encontramos, además, una serie de personajes que se encuentran apartados en el hospital de la Resurrección esperando a que Dios llegue en el Juicio Final: mahúdes, locos, corregidor, señora principal.
Continuamos con las características comunes en el Renacimiento: la duda de los sentidos, como en el diálogo entre Peralta y el Alférez sobre la limosna y los perros que acuden a recogerla.
Además, se hace alusión a la idea de la Vida es Sueño (Calderón de la Barca) ya que se lee el coloquio mientras otro duerme. Cuando acabe la ficción (el engaño) quien dormía se despertará. Finalmente, debemos saber que no nos podemos fiar de esta historia ya que son unas brujas las encargadas en contarla y estas escuchan las palabras del Diablo, el cual solo dice mentiras.
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